top of page
Buscar

AÑO VIEJO

Foto del escritor: Blue Blue

"TRAELO" susurré cuando el reloj marcó las 12.

Mi 2018 se trató de crecer y de sanar. El 2017 fue un año difícil para mí emocionalmente, pero puedo decir que cumplí con mi meta de este año: mejorar.

Este año fue uno de cambios y de nuevos comienzos; empezar la universidad, comenzar a ir al psiquiatra, tomar medicamento, conocer nuevas personas, amarme... Me costó mucho llegar a donde estoy ahora y estoy agradecida con todas las personas que me ayudaron a lograrlo; en parte, el blog fue una ayuda, una forma de exteriorizar.

Todavía estoy aprendiendo a releer mis propios capítulos sin sentir que quiero quemar todas mis páginas y eso es parte de crecer, todavía estoy aprendiendo a recordar sin llorar y he aprendido a perdonar; perdonar aunque no me pidan perdón, a dar sin esperar nada a cambio y a decir que no cuando no quiero hacer algo.

Si he aprendido algo este año, es que no siempre voy a estar lista y preparada a lo que me de la vida; no siempre voy a tener las palabras correctas pero no siempre necesito tener las respuestas. He aprendido que puedo pasar esperando algo con solo la esperanza como fundamento o ponerlo a un lado y encogerme de hombros; valientemente aceptar el hecho de que no siempre voy a poder mantener mi corazón intacto, tanto de daño como de amor. He aprendido a vivir lo más auténticamente posible; a permitir las puntas de mis dedos tocar la oscuridad, siempre y cuando recuerde nunca dejar de ver la luz. Aprendí a disfrutar mi compañía, a aprovechar cada oportunidad que tengo, de tratar hasta lograr las cosas, a impresionarme a mí misma en lugar de a los demás. Aprendí a ser objetiva y a ser paciente, especialmente conmigo misma.

Aprendí a amar mis manos, porque han sobado tantos animales lindos y secado tantas lágrimas. Aprendí a amar mis pies, porque me han llevado a mis lugares favoritos y me han alejado de los malos. Aprendí a amar mi pancita, porque ha estado llena de mis comidas favoritas. Aprendí a amar mis piernas, porque me sostuvieron cuando creí que no era lo suficientemente fuerte. Aprendí a amar mis ojos, porque han visto a gente tan linda y lugares especiales. Aprendí a amar mi boca, porque le ha dicho a tanta gente que la amo.

A veces, uno solo sabe cuando es tiempo de empezar de nuevo y confiar en la magia de los comienzos.

Recibimos ahora el nuevo año, lleno de cosas que no han sido.

 
 
 

Entradas recientes

Ver todo

Comentarios


bottom of page