Tengo mucho que decirte, y muy poco valor. No sé por dónde empezar y me dan ganas de llorar solo de pensar en las palabras que estoy por escribirte.

Te quiero pedir perdón; por todas esas veces que no te valoré, que no te cuidé, que di por sentado tus sentimientos y tu felicidad. Te pido perdón por todas esas veces que no te protegí y dejé que te pasaran encima, por dejar que sufrieras, que te rompieran en mil pedazos y no ayudarte a levantarte, por obligarte a que te quedaras en tu cama, sin moverte, sin comer, sin dormir... perdón, porque porque por mí no mejoraste. Te pido disculpas por las veces que no respeté tu cuerpo ni tus verdaderos deseos, perdón por dejarte hacer cosas que no querías y por dejar que te hicieran cosas que no te merecías. Disculpame, por juzgarte todo el tiempo y ser tan dura contigo, por verte y pensar que no te mirabas bien; por dejarme llevar por comentarios que otras personas hacían de ti. Perdoname por verte mal; por alterarte más en tus peores momentos, en lugar de tranquilizarte. Te pido perdón por no quererte y apoyarte lo suficiente cuando más lo necesitabas. Soy tu mejor amiga y tú eres la persona más importante para mí, no debí haberlo hecho. Te pido disculpas por no consentirte cuando me lo pedías y por esperar a que alguien más lo hiciera; por llenar tus vacíos con cosas que no eran necesarias y no darte las cosas que necesitabas en su momento. Perdón por hacerte daño todos los días. El daño emocional, mental y físico que te he hecho no se lo merece nadie; muchísimo menos tú. Debí haber estado contigo siempre, no abandonarte. Debí haber estado dispuesta a abrazarte y a amarte más que a nadie en el mundo. Tengo que vivir por ti, por nadie más. Tengo que levantarme todas las mañanas por ti. Te amo y no lo voy a dejar de hacer nunca más.
Siempre tan linda Adri!! Un fuerte abrazo