Al empezar con el blog, mis metas siempre fueron ser sincera y nunca dejar pasar un jueves sin publicar una entrada; por lo mismo, escribo esto de la forma más franca que puedo.
Dejé de escribir porque no estaba bien.
El propósito del blog siempre fue ayudar; hacer que mis lectores supieran que no estaban solos y que a mí siempre me iba importar; eso sigue siendo cierto y sigue en pie. Ayudar a personas que están o han pasado por lo mismo que yo, que se identifican o que simplemente les gusta leer lo que una (not-so) niña de 19 años tiene que decir acerca de ciertas cosas.
He aprendido en mi corta vida, que aunque uno tenga las mejores intenciones, si no está bien, no puede ayudar. Todos mis intentos de escribir venían de formas negativas, ningún mensaje motivacional sincero con ellos; intentos que luego se convertían en cuentos cortos que al leerlos solo daban ganas de llorar. Como escribí anteriormente, el propósito del blog nunca fue hacerlos odiar la vida, sino más bien amarla y apreciarla. El tiempo que pasé sin escribirlo fue porque no podía transmitirles ese mensaje de una forma sincera. No quería llenarlos con mi negatividad y mi tristeza, tampoco quería causar preocupación.
En el tiempo que llevo en tratamiento, he aprendido una serie de cosas, entre ellas que el verdadero peligro llega cuando no tenemos idea de qué es lo que tenemos que soltar. Por un tiempo, pensé seriamente en dejar de escribir el blog, pues realmente ya no me traía una satisfacción y tampoco me emocionaba ya los jueves; pero me di cuenta que era yo la que no estaba bien. No me emocionaba los jueves, pero así era de lunes a domingo; era yo la que no quería hacer nada. No era el blog, no eran las redes, no era la gente.
Pensé en regresar a escribir la semana pasada pero me molesté mucho pensando en lo que significa ser blogger. Es difícil ponerlo en palabras pero no he leído muchos blogs que realmente transmitan un mensaje importante, un mensaje fuera de la moda y de las tendencias; no he leído un blog guatemalteco (si saben de alguno, por favor pásenmelo) que hable de cosas realmente importantes y que ayude a sus lectores. Los blogs deberían trascender, si en algún momento las redes sociales mueren, sería bueno que dejaran un mensaje que les quede a sus lectores y les sirva; algo que vaya más allá de cómo vestirse a la moda. No digo que los fashion blogs estén mal, simplemente no es lo que yo quiero dejarles como alguien que escribe.
Regresé a escribir porque me siento mejor y me siento capaz. Capaz de ayudarlos en lo que necesiten, capaz de leerlos o escucharlos si quieren hablar. Capaz de transmitirles amor por la vida, que es lo importante. No me voy a rendir con el blog así como no me voy a rendir conmigo misma. Siempre hay que hacer cosas que nos ayuden a crecer y siento que para mí, el blog es una buena forma de hacerlo.
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