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LA SOMBRA

Foto del escritor: Blue Blue

Actualizado: 2 oct 2018


La sombra. Todos la tenemos.


¿Alguna vez se han preguntado cuál es su sombra? Creemos muchas veces que la conocemos por completo, la miramos como nuestra parte oscura, nuestros defectos, lo peor de nosotros; pero, ¿de qué se compone? ¿Cómo podemos estar seguros de que es realmente esa nuestra sombra?

Creo que en Peter Pan la describen bastante bien, pero esa representación es solo una parte.

El representante de la psicología analítica, Carl Jung, empleó este término para definir a aquellas cosas que no nos gustan de nosotros, por lo tanto, las escondemos en la parte más profunda de nuestro ser para que no salgan... o eso pensamos.

La sombra es el lado oscuro de nuestra psique, no digo personalidad porque según Jung, la psique es algo que va mucho más allá de eso. La sombra es la parte más profunda de nosotros, la que tenemos más escondida e inmersa en una gran oscuridad; en ella se encuentra lo más primitivo, afilado, reprimido y desautorizado de nosotros mismos. Desautorizado porque es todo aquello que es nuestro pero que no reconocemos como tal, porque no nos gusta y nos tratamos de desentender de ello. Está sumergida en lo más profundo de nuestro ser. Es la confrontación o el conflicto que tenemos con nosotros mismos. Pero que la sombra se convierta en nuestro amigo o enemigo, depende en gran parte de nosotros mismos. La sombra no es siempre y necesariamente un contrincante. Es exactamente igual que cualquier persona con la que tenemos que lidiar o entendernos; a veces se logra cediendo, resistiendo, mostrando amor... la situación dicta el método. La sombra se hace hostil y difícil solo cuando es hecha a un lado o incomprendida. La sombra es más destructiva, insidiosa y peligrosa cuando más la “reprimimos”. Es entonces cuando “se proyecta”. Según Jung, la sombra es el aspecto de la personalidad que se quiere ocultar a los demás. A simple vista la mayoría de nosotros aparentamos (y nos percibimos) como seres buenos y nobles. Sin embargo, en nuestro interior hay ciertas dimensiones reprimidas, instintos heredados donde a veces se esconde la violencia, la rabia, el odio…

"No es posible despertar a la consciencia sin dolor. La gente es capaz de hacer cualquier cosa, por absurda que parezca, para evitar enfrentarse a su propia alma". - Carl Jung

¿No les ha pasado que les desagradan mucho ciertas características que poseen otras personas? ¿No han llegado a odiar a alguien por cómo se comporta, habla o piensa? Bueno, las cosas que les desagradan de las demás personas, son su sombra. Son las cosas que ustedes son y tienen pero que no les gustan y por ende, ocultan. Lo que no les gusta de los demás, habla mucho más de ustedes que de los demás. Si nosotros no reconocemos algo en alguien, es porque no es parte de nosotros; pero si lo hacemos, es porque sí lo es y podemos aprender muchísimo de nosotros mismos y de otras personas dándonos cuenta de nuestros agrados y desagrados.

Jung decía que enfrentarnos a nosotros mismos es más difícil que enfrentar a otras personas porque aceptar que algo que no nos gusta forma parte de nosotros es realmente complicado. Pero la idea de la sombra, aunque no estaba concretada en una teoría, existía ya desde antes. Podemos observarlo en la literatura: en el libro "Dr. Jekyll y Hyde", por ejemplo.

"Desafortunadamente no puede haber ninguna duda de que el hombre es, en general, menos bueno de lo que se imagina a sí mismo o quiere ser. Todo el mundo tiene una sombra, y cuanto más oculta está de la vida consciente del individuo, más negra y más densa es. En todo caso, es uno de nuestros peores obstáculos, puesto que frustra nuestras intenciones más bien intencionadas”. - Carl Jung

Voy a escribir aquí algunos ejemplos de sombras muy comunes:

  • "No me cae bien, es muy creída"

  • "Es muy pesado"

  • "Trata mucho"

  • "Dice muchas mentiras"

  • "Siempre quiere tener la razón"

  • "Se enoja mucho"

Las demás personas tienen en su persona estas características: ser creído, pesado, tratar de quedar bien siempre, ser mentiroso, querer tener la razón, enojarse... pero las personas que lo dicen lo tienen en su sombra, eso quiere decir que ellos también tienen todas estas características pero las tienen reprimidas. No es todo malo, conocer la propia sombra es la mejor terapia y la mejor forma de aprender a lidiar con nosotros mismos y con nuestra oscuridad. Hay que hacerle frente a nuestra sombra. Nuestra tarea en la vida es aceptarnos en plenitud e integrar nuestra sombra en la personalidad para hacerla consciente y trabajar con ella; poderla mejorar enfrentándola cara a cara. Descuidarla, permitir que siga en su universo inconsciente puede robarnos el equilibrio y la oportunidad de ser felices.


No podemos olvidar qué cosas conforman ese concepto al que denominamos sombra: ahí están nuestros miedos, ahí esos traumas del pasado, ahí las decepciones que nos envenenan, ahí los sueños no realizados por indecisión y que se convierten en monstruos frustrados asechando nuestra personalidad. Si los escondemos, esos demonios internos adquieren mayor ferocidad y si los silenciamos nos acabarán controlando, proyectando sobre los demás en muchos casos una imagen de nosotros mismos que no nos gusta.

Por tanto, no podemos olvidar que nuestro crecimiento personal y nuestro bienestar psicológico dependerán siempre de nuestra capacidad para sacar a la luz esas sombras. Tras ese acto de valentía, se inicia un delicado, pero valioso, trabajo para sanarnos, para hallar la calma y el bienestar. Integrar la propia sombra nos va a permitir convivir con nuestra luz y nuestra oscuridad. Nos va a permitir ser lo que somos.

"No podemos cambiar nada hasta que lo aceptamos. La condena no libera, oprime" - Carl Jung
 
 
 

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1 comentario


Ghalia Ortíz
Ghalia Ortíz
27 sept 2018

¡Buenísimo! Muy cierto, lo que vivimos diariamente y ocultamos de los demás para que no se "asusten" de como es nuestra sombra, ¡me encantó!

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