DIAGNÓSTICO DE LA CIVILIZACIÓN
En algún lugar de la selva, alguien comentó:
Qué raros son los civilizados. Todos tienen relojes y ninguno tiene tiempo.
- Eduardo Galeano
Al leer esta reflexión de Galeano, no pude evitar sentirme identificada y asombrada de la verdad de sus palabras. Vivimos en un mundo "civilizado" en el que nos matamos los unos a los otros todos los días, con balas, con golpes, con palabras, con miradas. Un mundo en el que una moneda vale más que un momento. Vale más un billete que el llanto de hambre de un niño. Creo que para empezar son cosas incomparables. Vivimos en un mundo en el que, como Galeano escribió con toda la razón del mundo, no tenemos tiempo. Todos los días manejo de mi casa a la universidad, de la universidad al trabajo, del trabajo a mi casa y nunca falta la persona que va manejando muy rápido y metiéndose en cada espacio que puede y bocinándole al que se le cruce y siempre pienso: ¿Quién será? ¿Cuál será la prisa? Y entonces recuerdo, muchas veces esa persona, soy yo y la prisa es ninguna. He aprendido en estos últimos días que las cosas urgentes no son tan urgentes un día después y que todo, absolutamente todo toma su tiempo. No entiendo ¿quiénes nos creemos nosotros los "civilizados" para vernos como dueños del tiempo? El tiempo no es nuestro ni de nadie, el tiempo es tan solo el movimiento de los astros y nosotros no somos nadie para manejarlo. No podemos. No podemos apresurarlo, ni alentarlo; el tiempo se toma a sí mismo y tarda lo que tiene que tardar. Solo le falta el tiempo a quien no sabe aprovecharlo.
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