
"Nadie se tiene que enterar que sos solo vos esta noche. Nadie tiene que escuchar tu llanto, nadie necesita oír tus gritos. No necesitan saber que estás rota y que no podés respirar más. La lluvia sabe que no solo ella está llorando y las nubes a veces tapan al sol para que no lo cante. Las estrellas de esta noche no se ven, pero saben que las necesitás; la poca luz de la luna es lo único que tenés en este momento y como no has recibido nada en estos últimos tiempos, no pedís más. Nadie más que ellas tienen que saber que cantás dormida o que te levantás a fumar en las madrugadas. Nadie más que vos y ellas tiene que saber que esa sonrisa no siempre está.
Todas las mañanas te levantás, te bañás, desayunás y te tratás de arreglar bonito para que nadie te pregunte, para que nadie se entere, para que nadie sepa que no dormís bien, que no descansás, que no sentís o que nunca estás en paz. La calma, es algo que nadie tiene que saber que necesitás. Creo que no hay un secreto mejor guardado que tu ansiedad."
Escribí esto hace unos meses y decidí ponerlo como el inicio de mi primera entrada porque sé que no solo yo me he sentido así. He aprendido desde ese entonces. He aprendido que ese "nadie se tiene que enterar" está mal; no digo que hay que estar hablando con todos sobre nuestros problemas, porque hay que aceptar que hay gente a la que no le importa; pero hay que exteriorizar. Hay que exteriorizar lo que sentimos, lo que pensamos, lo que nos pasa y hay que hacerlo con personas que se preocupan por nosotros, por los que nos preocupamos; hay que exteriorizar con las personas que queremos porque a pesar de que el proceso de curación es propio y debe ser un regalo de uno para uno, hay personas que pueden ayudar. Hay personas que te pueden hacer sentir un poco menos solo, un poco menos deshecho, un poco menos roto. Exteriorizar es un arte, es algo que se aprende a hacer con mucho amor propio y respeto a las experiencias propias. Exteriorizar es aprender a valorarte a ti y a las personas que te rodean.
Comments